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Mi nombre suena bien con tu apellido

Mi arte, todo lo que escribo, se trata de palos, en un español menos hermoso que el chileno esto es indirectas, mensajes dirigidos a alguien que no es nombrado. Cuando tiro palos es como el horóscopo semanal pero inventado por mí, si alguien me conoce un poquito podría preguntarse si tal línea tiene que ver con un atado por el que estoy pasando y la respuesta siempre va a ser sí.

Con mi amigo Pondie hablábamos el otro día de lo charcha musicalmente que es el mega hit de Karol G Si antes te Hubiera Conocido. La escasa novedad en términos de composición y sonido es indudable pero no importa porque es una obra que funciona como aquel dispositivo universal que es tirar palos, en el caso de la canción de Karol G se trata de la vivencia absoluta que tenemos las mujeres de pasarnos películas con un hombre, es la primera parte de Madame Bovary en la que Emma dedica todo su tiempo a simplemente fantasear con el perno de León.

El arte del palo radica en la selección de la información, una selección casi encriptada, contar demasiado arruina el efecto porque las audiencias dejan de identificarse personalmente, se pierde la flexibilidad. Si quedas al descubierto las formas de reconocimiento cambian y para que lo contado siga siendo interesante en vez de solamente dar pena se requeriría otro tipo de habilidades creativas más parecidas a las de quienes se dedican a crear universos de ficción.

⚡️ Palo hermoso: Cristina Rosenvinge cantando sobre amar a un jalero ¿Ray Loriga?

⚡️ Palo penca: Shakira cantando que supuestamente superó a un ex que obviamente es Piqué y que no llora por haber terminado sino que está feliz porque tiene un montón de plata

Se podría pensar (de forma acertada) que una práctica artística basada en tirar palos es de una calidad inferior. Claramente la canción de Karol G está a años luz de la obra de autores genios de las indirectas como Silvia Plath o Simone de Beauvoir, y a nadie le van a dar el Premio Nobel por escribir esas frases para el bronce en registro palo que después se usan en formato lettering en estados de redes sociales o en poleras feas. Sin embargo, considero que es un estilo que se puede perfeccionar de forma que no sea tan penca.

Primero, el palo me parece un género muy asociado a las mujeres, probablemente proviene de tradiciones centenarias del cahuín y de comunicarse cosas de manera subrepticia en contextos híper patriarcales, investigadoras como Silvia Federici han abordado este tema desde una perspectiva histórica. Este origen me parece bello y con mucho potencial, nos permite ver cómo tirar palos contiene no sólo la necesaria acción de sacarse algo de adentro sino también de expresarlo y compartirlo en un contexto comunitario. En el peor de los casos, esto es una historia de instagram que escribes loqueando sola en tu cama esperando que otra persona tan sola como tú reaccione con un emoji. En un caso intermedio es dedicarle Girlfriend de Avril Lavigne a un chiquillo en un karaoke mientras él se hace el leso. Pero en el mejor de los casos puede ser una obra de arte que esté buena, un texto bonito que le gusta a la gente y que después comentas con tus amigas en torno a un trago.

Y es un deseo inaguantable, llegas a las lágrimas casi, oprimida por un entorno sonoro charcha y lo único que te sale es decir alguna tontera como

⚡️ HALLO QUE MI NOMBRE SUENA BIEN CON TU APELLIDO ⚡️