(Lectura para “Pensando Purpose: primer encuentro de pensamiento en Chile sobre Justin Bieber”)
What do you mean? Es uno de los singles de Purpose, el más reciente disco de Justin Bieber. Una canción que me encanta bailar, tropical, oscilante en las dudas que plantea Bieber al explicar que entiende y que no entiende los comportamientos del sujeto amoroso.
¿Qué me quieres decir? Con la cabeza dices que sí pero claramente quieres decir que no.
Con este texto quiero hablar de amor, voy a usar la teoría crítica, la música popular, pero me parece importante ser muy explícita diciendo que lo que quiero es hablar de amor.
Recojo el guante que deja Roland Barthes con su magnífica obra Fragmentos de un Discurso Amoroso, donde denuncia cómo ningún sistema de pensamiento importante se hace cargo del amor-pasión. Los cientistas sociales, los humanistas han tendido a analizar el tema desde perspectivas despojadas del sentimiento, desde la configuración económica, las relaciones de género, el componente político. Nadie considerando con igual seriedad todas esas experiencias por las que pasamos cuando estamos enamorados, cosas que comentamos con nuestros amigos con vergüenza como si fueran minucias pero que toman toda nuestra atención: le gusto o no le gusto, qué me quiso decir, qué es lo que esta persona espera de mí. Esa es mi aclaración: no me interesa encontrarle un sentido anticapitalista al amor, no me interesa ser la policía que catalogue tal o cual comportamiento de patriarcal o burgués. Hoy me interesa sumergirme en ese espacio que ocupa la mayor parte de mi pensamiento: el romance.
What do you mean? Aborda un tema que muchas personas hemos vivido en nuestras relaciones amorosas: el intentar descifrar los comportamientos y expresiones de la persona amada. ¿Está contento o está quejándose de algo? Don’t know if you’re happy or complaining. Por qué quiere una cosa y después otra, wanna argue all day and make love all night. Por qué hoy no me pesca si apenas ayer estábamos tan enamorados acariciándonos haciendo el amor toda la noche.
Mi amigo Camilo el otro día me dijo que estar enamorado era que te dijeran una cosa mientras tú buscas muchos significados posibles más allá de lo que te estaban diciendo. Me dijo que nos viéramos pronto ¿Es porque me ama? ¿Por qué me dice pronto y no una fecha fija? ¿Acaso se está corriendo para no verme más?
Esta contrariedad ha sido presentada muchas veces en la literatura universal, es gran parte del devenir amoroso entre el joven Werther y Lotte en la novela de Goethe que tanto cita Barthes al ver cómo el protagonista se mortifica por todo lo que su enamorada no le dice. En el cine es el sicópata de Manhunter de Michael Mann enloqueciendo porque su amada va a agarrar con un tipo con el que en realidad solamente tiene una relación cordial. En la música popular no sólo es Justin Bieber, es Paula Abdul en Straight Up exigiéndole a su enamorado que le diga de una vez si quiere tener algo con ella o simplemente todo se trató de tener sexo para después mandarse a cambiar. En la música chilena es Mario Guerrero diciendo “dime que sí, dime que no, dime qué estás sintiendo que no entiendo tu frío y tu calor”.
¿Entonces no podemos entender el amor? ¿Acaso es como cuando en el estadio cantan “es un sentimiento no traten de entenderlo”?
Para resolver esta pregunta voy a tomar tres perspectivas:
1. el rol del otro en la relación romántica
2. los estereotipos del amor
3. las posibilidades lingüísticas del amor
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What do you mean? es una interpelación explícita. Qué chucha estás queriendo decir. El sujeto amoroso que hace esa pregunta está realmente abrumado por la situación y esta interpelación es un llamado de emergencia. Cuando estos sentimientos al borde del colapso se manifiestan, Barthes los define como instantes nada poéticos y muy concretos, “no se puede escribir sin pagar la deuda de la sinceridad”, dice. Es un momento en el que se sacrifica imaginario y en el que se usan los recursos de la lengua para atrapar un poco de realidad y encontrar una respuesta.
Cuando exclamamos alterados ¡Qué me estás queriendo decir! no somos poetas, no nos importa la belleza, nos volvemos locos, y si nos detenemos a analizar ese ímpetu podemos comprender que estamos siendo muy egoístas, creemos que somos el centro del universo y que nos tienen que explicar todo de acuerdo a nuestros estándares, creemos que aquella es una deuda que la otra persona tiene con nosotros. Emprendemos un camino lleno de esfuerzos que supuestamente son para comprender y definir al ser amado pero no queremos entender que el otro es impenetrable y que lo nuestro es pura vanidad.
Este egoísmo se desenvuelve de forma saludable dentro del discurso amoroso porque, en palabras de Barthes, el discurso amoroso es en soledad, es apartado de toda gregariedad. Es un espacio fértil para el individualismo y para auto complacernos en nuestras propias ideas sobre el amor porque siempre somos nosotras las que tenemos razón al respecto e inventar una teleserie personal no cuesta nada. Porque cuando un amigo te cancela una cita da lo mismo, algo le pasó, pero cuando lo hace la persona de la que estás enamorada es porque está jugando contigo como si fueras un trapo. Habitamos unos estereotipos del amor extremadamente dañinos. Esto es precisamente mi segundo punto.
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Nuestro entendimiento del romance está severamente limitado por los estereotipos. En el caso de What do you mean? es el estereotipo de la mujer imposible de entender porque no sabe lo que quiere. Los estereotipos son una carga social como la del capitalismo, como la del patriarcado, simbólica pero con efectos extremadamente reales. En palabras de Barthes “la mayor parte de las heridas me vienen del estereotipo: estoy obligado a hacerme el enamorado, como todo el mundo: a estar celoso, abandonado; frustrado, como todo el mundo”. El sufrimiento de What do you mean? es claramente producto del estereotipo, no es que la confusión sea irreal, no me canso de insistir en que a todos nos ha pasado, pero al participar del sentimiento de What do you mean? estoy habitando esa confusión ante una persona que es poco clara conmigo, sin siquiera considerar que no tener las cosas claras no tiene por qué ser algo necesariamente malo, que el afán de entender y saber absolutamente todo de la otra persona es algo profundamente patriarcal y monógamo, valores que afortunadamente cada vez se cuestionan más.
Entonces cuando la persona a quien se le dedica What do you mean? tiene ese comportamiento supuestamente indescifrable y luego Bieber se pone a interpretar todo eso como un problema, es cuando ocurre el error lógico: Justin Bieber está confundiendo signos con el estereotipo.
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De esta manera llegamos a mi tercer y último punto, el cual trata sobre las posibilidades del lenguaje para enfrentar este problema en particular y el amor en general. No porque identifiquemos algo como un estereotipo va a ser menos real, los celos los vamos a sentir igual, el odio contra esas mujercitas a nuestros ojos patéticas con las que nuestros enamorados se involucran es real, Justin Bieber está realmente complicado con el asunto y su expresión es tan efectiva que apela a personas en todo el mundo haciendo de su canción un mega hit.
Mi teoría es que no podemos confiar en el lenguaje para entendernos románticamente. Es lo que mencionaba al principio respecto a cómo los romances se tratan de interpretar significados que no son literales a partir de cualquier cosa que la persona amada nos diga. Esto Barthes lo definió como “alucinaciones verbales”.
Cuando él me dijo que mi cara era tan suave yo quise creer de todo corazón que lo que quería decirme era que me amaba.
En esto quiero ser enfática: nunca podremos evitar creer lo que queramos creer. Raúl Ruiz ocupa esta idea para hacer cine, en una entrevista habla del castellano fracturado que hablamos los chilenos y de la forma hipotética en que ocupamos el lenguaje, por ejemplo decirle a una persona “mañana es mi cumpleaños” en vez de decir “te invito a mi cumpleaños que es mañana en tal parte”. Hagan el ejercicio de revisar conversaciones de chat con sus intereses románticos, nunca nada es claro, nos decimos “qué estás haciendo?” cuando queremos decir “ven a mi casa a culear”. Ruiz a eso le decía espacio off, lo fuera de campo, o más simple aún: que cada uno se cuenta su propia película.
Una declaración de amor es importante, pero también es inútil porque el amor no corresponde al orden de las declaraciones. Yo me he dado cuenta con el tiempo que hablar de amor no sirve para nada porque la gente tiene muy poca educación romántica y porque, si se trata de un amorío heterosexual, habrá que enfrentarse con hombres que nunca querrán perder ni ser vulnerables, entonces todas esas conversaciones terminan mal y haciendo las relaciones aún más incómodas.
¿Qué tiene que hacer Bieber y quienes se identifican con el hablante de What do you mean?? Yo creo que nada. Simplemente continuar la relación hasta que todo se arregle solo o hasta que las cosas ya no den para más, porque nunca se va a saber lo que la persona amada realmente quiere decir y tampoco seremos capaces de convertir en palabras nuestros sentimientos. Freud le decía a su prometida “lo único que me hace sufrir es estar imposibilitado de probarte mi amor”.
Hablar de amor es tan importante, pero si creemos que hablando de amor vamos a llegar a un entendimiento prístino de este y establecer reglas y significados, estaremos muy equivocados. Hablar de amor es bacán porque es inabarcable pero tan real que lo sentimos en la piel, es ver a alguien y que todas tus prioridades den lo mismo, tus amigos, tu futuro. Sé que dije que no le iba a buscar una razón política en el estudio del amor pero creo que si empezáramos a entregarnos desnudos a todas las corporalidades que no se pueden entender seríamos una sociedad sabia, feliz y placentera. Viviríamos en un mundo donde no nos preguntaríamos What do you mean? ¿Qué me quieres decir? ¿Qué me quisiste decir el otro día? Viviríamos en la confianza solidaria, la conexión honesta con las personas expandiría nuestros sentidos, haríamos del otro un enigma del que depende nuestra vida y, realmente, a mí no me parece un anhelo tan malo porque amo estar enamorada, amo confundirlo todo, amo arriesgar todo por el roce de una mano.
Fragmentos de un Discurso Amoroso es un libro en el que el autor no tuvo vergüenza en analizar las situaciones más mundanas y ridículas del amor, las escenas de celos, los chismes, el malhumor, el DRAMA a partir de acontecimientos ínfimos. What do you mean? es otro intento de hacer entendible esas situaciones sin sustento racional, Barthes recurrió a la literatura y a los haiku para entender el amor. No deberíamos tener miedo de usar la música popular actual para ese propósito.
Finalmente quiero citar por última vez a Barthes cuando dice que nadie tiene deseos de hablar del amor si no es por alguien.
Y yo acabo de leer un texto que es prácticamente una carta de amor.