Skip to content

Don’t delete the kisses

Voy a estar así toda la vida, hasta el día en que me muera, me voy sin que nadie se dé cuenta, de esta fiesta penca. 

¿Y si el amor no es para mí? ¿Y si no lo es? 

Yo quiero conocerte, llevarte a alguna parte, beber juntos cerca del parque y terminar besándote. Pero estoy escribiéndote un mensaje que nunca voy a enviar, redactando excusas tontas borrando los besos del final. Cuando te veo el mundo entero se reduce a ese subterráneo, recuerdo todo y me da vergüenza pero de todas formas me quedo pegada. Y me atrapo, pienso demasiado, dudo de todo lo que hice, me dices que lo supere, que te supere. Pero no puedo, me da tanto miedo, llega el tram y tengo que irme a Rotterdam, se cierran las puertas y me dices chao. Es obvio que me gustas aunque trato de que no se me note, tú no vas a esperarme y quizás después de un rato no me va a importar. Estoy mejor sola, en la casa, un poco curada, preguntándome si es que el amor es para mí.

Después de vernos pasan un par de días, no paro de pensar en ti, recordando los chistes fomes que me contabas y que me daban risa, fantaseando con respuestas ridículas que te pude haber contestado. Quiero hablar de ti con todo el mundo, es obviamente un signo de que ya perdí el control, es tu culpa, mil veces tu culpa. Miro tus fotos y sonrío, qué horrible, soy como una adolescente, mejor simplemente escribo en mi libreta que me dejas loca, porque es verdad, es la pura verdad, me dejas atolondrada y eso me hace feliz, me encanta tenerte a mi alrededor. Estoy electrificada con este romance y sus clichés que se sienten tan reales, cuando intercambiamos miradas en esta fiesta estúpida sé exactamente lo que tengo que hacer: voy a tomar tu mano y nos vamos a escapar sin decirle a nadie.

Y ahora estoy en la casa, todavía curada, entendiendo que hay cosas que nunca van a cambiar. Era obvio que nos íbamos a enamorar.

Era obvio que nos íbamos a enamorar.

Voy a estar así hasta que me muera.